LA HISTORIA DEL SANATORIO MIRANDA
LA HISTORIA DEL SANATORIO MIRANDA
A lo largo de los siglos, el Bernesga ha sido musa de poetas, eje de la vida cotidiana y fuente inagotable de inspiración para generaciones de leoneses. También ha ejercido su influjo en arquitectos y urbanistas, quienes, a comienzos del siglo XX, contemplaban sus riberas como el límite natural de la ciudad, una frontera que hoy se ha disuelto para convertirse en parte esencial del centro neurálgico de León.
Si queremos comprender la evolución arquitectónica de la ciudad, debemos apartarnos momentáneamente del conjunto de edificaciones que desafiaban la altura en una rivalidad implícita: la Imprenta Moderna, la Casa Roldán o la Iglesia de San Marcelo. En los próximos relatos nos detendremos en construcciones que forman parte de la memoria colectiva de los leoneses y, por extensión, de la historia española. Con casi un siglo de existencia, muchos de estos edificios han sido testigos de una metamorfosis urbana y social, dejando atrás un pasado apenas recordado por unos pocos.


A finales del siglo XIX, León era una ciudad de apenas 15.000 habitantes, concentrados en el casco histórico y sus inmediaciones. La margen izquierda del Bernesga permanecía entonces despoblada, un hecho que comenzaría a cambiar en las primeras décadas del siglo XX. El crecimiento demográfico fue exponencial: en los años sesenta, la población se duplicó, superando los 100.000 habitantes. Esta transformación obligó a repensar el trazado urbano, colonizando espacios hasta entonces periféricos.
Una imagen del Puente de los Leones, tomada en torno al año 1900, ilustra este período de cambio. En ella, el viaducto, entonces denominado Puente de Hierro Saavedra, aparece flanqueado por un caserío que, treinta años después, daría paso al Sanatorio Miranda.


La presencia de la monarquía en la ciudad también quedó reflejada en la historia del enclave. Alfonso XIII visitó León en varias ocasiones, pero en 1927 su paso fue especialmente significativo. La prensa de la época narró con solemnidad la acogida del monarca, describiendo una ciudad engalanada con estandartes y arcos de triunfo, uno de ellos erigido en la estatua de Guzmán el Bueno con la inscripción: «León a sus reyes».


Hoy en día, al pasear por la Plaza de Guzmán el Bueno, es inevitable evocar su antigua fisonomía. Hacia 1921, apenas un puñado de edificios la rodeaban y la avenida de Ordoño II no insinuaba aún su futura prominencia arquitectónica. Diez años después, el Sanatorio Miranda se levantaría en este mismo lugar, inmortalizando su presencia en las postales de la ciudad.


El 5 de marzo de 1930, Emilio González Miranda, propietario de un solar en el número 41 de Ordoño II, solicitó permiso para erigir un sanatorio en dicho emplazamiento, acompañando su petición con los planos correspondientes. Este proyecto se enmarcaba en una etapa de efervescencia constructiva en la ciudad, en la que diversos arquitectos dejaron su impronta en su urbanismo.
En aquel momento, Federico de Ugalde, vinculado a la familia Roldán, había diseñado algunos de los edificios más emblemáticos de la zona. Sin embargo, otro arquitecto menos conocido en la ciudad, Luis Aparicio Guisasola, comenzaba a labrarse un nombre con construcciones que, con el tiempo, se convertirían en iconos de la capital leonesa.
En ese mismo 1930, Aparicio levantaba la Casa de la Imprenta Moderna por encargo de Joaquín Chamorro Cadenas. Poco después, recibiría el encargo de Emilio González Miranda para edificar el Sanatorio, dando lugar a dos obras «hermanas», nacidas de una misma mente creadora.


Durante décadas, el Sanatorio Miranda fue un centro de consulta y atención médica, aunque su historia encierra episodios aún por desentrañar. Invito al lector a recorrer conmigo las arterias de León y a conocer la figura de Emilio González Miranda a través de las crónicas de su tiempo.
Sigamos el rastro de estas escaleras centenarias, custodias de anécdotas y relatos que aguardan ser revelados. En el próximo artículo, exploraremos el deterioro del edificio y las vicisitudes que han marcado su devenir hasta nuestros días, sumergiéndonos en la historia de los edificios más emblemáticos de León.
La historia del Sanatorio Miranda está dividida en 3 partes
Nota Legal: El contenido presente en esta página web es de autoría de Daniel Casado Berrocal. Los artículos originales y algunas fotografías fueron inicialmente publicados en las plataformas Leonoticias.com y El Norte de Castilla. Las imágenes anteriores a 2023 pertenecen al archivo y página web leonantiguo.es, mientras que las imágenes posteriores son propiedad de Daniel Casado Berrocal y se utilizan en esta página sin ánimo de lucro, en cumplimiento con las normativas legales vigentes. Para cualquier inconveniente o reclamación, se ruega ponerse en contacto con nosotros a fin de resolver la situación de manera adecuada