LA HISTORIA COMPLETA DE LA IMPRENTA MODERNA

LA IMPRENTA MODERNA

El edificio de la Imprenta Moderna sorprende por su estilo, a cargo del arquitecto Luis Aparicio Guisasola, pero por su historia sobre todo lo demás, que resulta ser el papable vestigio de tres generaciones y miles de habitantes en la ciudad de León.

El antiguo Hospital de San Antonio Abad, demolido en el año 1922, fue una gran fuente de historias de las que nos hemos ocupado en anteriores entregas de esta serie de artículos. Desde el siglo XI, coronaba la plaza de Santo Domingo, cuando aún no poseía dicha nomenclatura, pues llamábase la plaza de la Libertad, y fue edificio representativo desde la edad media hasta la modernidad, cuando observando el crecimiento demográfico y reconociendo que su situación geográfica difería con la de su origen —casi extramuros 1.000 años atrás y en pleno centro urbano en el siglo XX—, se vio empujado al desalojo y al traslado de los enfermos y facultativos a los altos de Nava, desde donde ahora vigila León.

El Hospital fue derruido y, sin él, un nuevo espacio surgió en pleno centro de la ciudad que, empujado por el ensanche y la evolución social, atrajo la atención de familias, como la de González Roldán, que invirtieron su capital en el terreno, siendo 1926 la fecha en la que la finca que hoy está ocupada por el edificio de la Imprenta Moderna cayera en manos de Joaquín Chamorro, su ideólogo y el responsable de su crecimiento masivo.

La historia de la Imprenta Moderna está dividida en 2 partes

Para entender cómo surgió la idea de la Imprenta Moderna, es necesario viajar hasta 1904, año en el que Joaquín Chamorro Cadenas crea una sociedad con un compañero a la que denominan «Álvarez-Chamorro» y que se dedica a la impresión y venta de material gráfico. El taller, según Fernando Chamorro, nieto de Joaquín y entrevistado por el humilde Cicerone para este estudio, estaba ubicado en la calle Nueva, a la que ahora llamaríamos Mariano D. Berrueta y que tuvo también por nombre el de calle de la Reina Victoria

Ocho años más tarde, en 1912, la sociedad «Álvarez-Chamorro» se traslada a unos talleres más acorde al crecimiento paulatino que la empresa manifestaba, sitos en la calle Cervantes nº3 y que mantuvieron hasta la década de 1930.

En 1926, la sociedad junto con Álvarez se liquida y Joaquín Chamorro emprende un camino empresarial en solitario bajo el flamante nombre de «Imprenta Moderna«. Al mismo tiempo, y con intención de expandir su ambición y conseguir nutrir a una población cada vez más necesitada de elementos gráficos, Joaquín Chamorro adquiere un local bajo en la calle Cardiles nº 5 que mantienen sus familiares como sucursal y como librería en la que llegó a haber hasta quince personas trabajando y, tal y como nos asegura Fernando Chamorro, su nieto: «había, por aquel entonces, una persona cajera, exclusivamente dedicada al cobro y no a otras cuestiones«.

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Taller de la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.

Las fotografías pertenecen a Fernando Chamorro y fueron incluidas en un libro que llevó el nombre de «GUÍA ARTÍSTICA OFICIAL DE LEÓN», publicada por la Imprenta Moderna en 1925. En ella se incluyen fotografías del taller, de la sala de máquinas, del propio Joaquín Chamorro Cadenas, sobre el que por fin dibujamos un rostro legible, y de la fachada de la librería Imprenta Moderna, sita en calle Cardiles nº5.

Llegamos, por lo tanto, a 1926, unificando este al cuarto artículo de esta serie, donde observábamos cómo Dionisia González Roldán vendía una parcela del antiguo Hospital a Joaquín Chamorro. Por aquel entonces, y con intención de abandonar los talleres en Cervantes nº 3, Joaquín adquiere el terreno en la calle Legión VII nº3, que será el germen de la Imprenta Moderna.

Años después, en 1931, Joaquín Chamorro contrata al arquitecto Luis Aparicio Guisasola para edificar, en su terreno, un maravilloso edificio de dos plantas que contemple una gran cantidad de habitaciones para la amplia descendencia que planificaron tanto Joaquín, como Eleuteria, su esposa. En el siguiente documento Joaquín Chamorro solicita al Ayuntamiento de León el permiso para la construcción de un edificio de dos plantas en la citada ubicación, ofreciéndosele también al lector la posibilidad de consultar los planos de la vivienda original.

Taller de la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.
Taller de la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.

Mil y una veces he vagado por la calle Legión VII sin llegar a imaginar que el proyecto original del edificio Imprenta Moderna caería en mis manos. Observo su maravillosa fachada para deleitarme con su…

¿Dos plantas? ¿Tan solo dos plantas? Juraría, y no sin convicción, que el edificio de la Imprenta Moderna posee tres alturas y no solo dos. Resulta pues que, consultando los actuales planos del edificio y siendo bendecido por la información proveniente del Archivo Municipal de León, descubro un cambio de última hora, apenas semanas después de la presentación de los planos primigenios que incitan a Joaquín a solicitar una planta añadida al compendio arquitectónico.

¿Observa el lector el ingenio de Joaquín? Que previendo su grandeza y el glorioso futuro que la Imprenta Moderna tendría en León ordenó a Guisasola construir una altura más.

Damos, gracias a los archivos que con tanta diligencia nos ofrece Fernando Chamorro, con un artículo que nos ilumina con el sentimiento leonés de la aparición, en la década de los años veinte, de la calle Legión VII, inexistente cuando el Hospital de San Antonio Abad aún colmaba el horizonte de la ciudad.

Es M. Cayón Waldaliso el encargado de traernos las siguientes líneas, allá por 1982. Y rememoraba los recuerdos implícitos que remanen aún en su pluma, adquirida en la Imprenta Moderna, de esta manera:

Una vez el edificio fue construido, se solicitó, en 1935, que fuera incluido en el catastro, para lo que este documento sirve como fehaciente prueba.

Por desgracia, y aunque sí que llegó a ver el edificio en pie, Joaquín Chamorro Cadenas falleció en 1938, sin poder llegar a vislumbrar en todo aquello en lo que se convertiría su empresa y la de su familia, interviniendo en la vida de muchas de las personas que durante los casi setenta años posteriores acudieron a su local.

Planos de la Construcción de la Imprenta Moderna. Archivo Municipal. Daniel Casado. 2023
Planos de la Construcción de la Imprenta Moderna. Archivo Municipal. Daniel Casado. 2023

El negocio de la Imprenta Moderna pasó después a formar parte del patrimonio de Eleuteria Gutiérrez Datas, su esposa, que continuó su estela hasta que sus hijos, Fernando, César y Rosaura se hicieron cargo del negocio familiar impulsando a la Imprenta Moderna a límites insospechados con los que Joaquín Chamorro, da fe con su imaginación este humilde fiel de fechos, se hubiera sentido orgulloso.

Continúa la historia de la Imprenta Moderna con Eleuteria, abuela de nuestro entrevistado, y el hijo de esta, Fernando Chamorro Padre, encargados del taller de la calle Legión VII y con César y Rosaura, que se dedicaron a sacar adelante la librería citada en Cardiles nº5.

Nos despedimos de este brevísimo prólogo con una llamativa fotografía del año 1938 en la que la Falange se organiza frente a lo que hoy conocemos como el antiguo casino o el banco BBVA. Al fondo de la imagen, siempre erguido, descansa el edificio que ocupa nuestro estudio, la casa de la Imprenta Moderna, que observa, perenne y eterna, el paso del tiempo y el continuo fluir de los acontecimientos.

 

 

 

 

Llegó la etapa en la que tanto César, como Fernando Chamorro Padre, bajo las órdenes de su madre, Eleuteria, se hicieron cargo del negocio familiar.

Por parte de la Imprenta Moderna, Fernando ayudaría a su madre a relanzar el negocio tras la marcha de su padre, Joaquín y ambos conseguirían dirigir un taller repleto de personas a su cargo. César, más encargado de las relaciones públicas, ayudaría a Rosaura, su hermana, con la dirección de la librería Imprenta Moderna, sita en Cardiles nº5.

Escaparates de la imprenta moderna. Fernando Chamorro.
Escaparates de la imprenta moderna. Fernando Chamorro.

De César  podemos encontrar información en el archivo de la Biblioteca Digital de Castilla y León en el siguiente documento, donde afirma que obtuvo, en 1940, el carné de conducir y que sus padres, Joaquín y Eleuteria, lo avalaron con su ayuda.

Eleuteria, a su vez, apareció también en numerosos artículos, que pretendemos reseñar a continuación para dar a conocer su historia a igual que la de Joaquín Chamorro, su marido.

Al parecer, la aseguradora que contrató la póliza de Joaquín traspapeló una serie de documentos con información personal, que solicitó a la Viuda de Joaquín Chamorro, como sería conocida la dueña de la sociedad desde entonces. Apenas había pasado un año del fallecimiento de su marido y desconocemos si por aquel entonces, en 1939, consiguió Eleuteria presentar toda la documentación.

Pero parece ser que la empresa no estaba gestionada de mala manera, pues la expansión de la población y el comercio en alza de las artes gráficas obligaron a Eleuteria a solicitar con premura una nueva guillotina. Este documento, fechado en 1941 por la Biblioteca Digital de Castilla y León pertenece al Boletín Oficial de León del año citado.

A lo largo del siguiente artículo, fechado también en 1941, se informa sobre el juicio al que son sometidos una serie de hombres que, obligados por sus circunstancias económicas, sustrajeron unos volúmenes de la Biblioteca Provincial y, pillados in fraganti, fueron obligados a pagar una indemnización por el importe del préstamo bibliotecario de los libros que nunca fueron devueltos y una indemnización de treinta y seis pesetas «al dueño de la Imprenta Moderna de esta capital, por los nueve volúmenes que entregaron a la Biblioteca provincial y que habían sido cortados por los denunciados, más el pago de las costas del juicio…»

Taller de la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.

Nos cuenta Fernando Chamorro que, durante muchas tardes, cuando la nocturnidad se cernía sobre León y sus transeúntes se resguardaban de frío en sus hogares, los integrantes de la Imprenta Moderna, familiares en su mayor medida, colocaban y organizaban los escaparates de la librería y la imprenta para que los leoneses se despertasen con las novedades editoriales más atractivas. Aquí Fernando nos ofrece alguno de esos escaparates tan vistosos.

Siete años después de la muerte de su padre, un documento acreditativo otorga los poderes completos sobre la Imprenta Moderna a los abajo firmantes, César y Fernando Chamorro Gutiérrez, hijos varones de Joaquín y Eleuteria, y que heredan el negocio para hacerse cargo de, tanto imprenta como librería.

En el documento, los hijos dan de alta su nombre y de baja el de su padre en relación a la propiedad de la vivienda nº3 de la calle Legión VII, y ambos firman con su puño y letra, tal y como se puede observar. En el mismo año, 1945, Fernando ordena al arquitecto que diseñó la casa en la que vive con su familia que expandiera una zona trasera para hacer de ella una gran terraza que usar para el ocio y para el trabajo.

En esa terraza, nos cuenta Fernando Chamorro, nuestro entrevistado, que jugaba con sus hermanos y que pasaban largas tardes de verano, no sin descuidar el trabajo, pues pasó gran parte de su vida inmerso en la Imprenta Moderna.

Before After

Es en 1961, tras el fallecimiento de Fernando Chamorro Padre, cuando nuestro entrevistado toma las riendas de la Imprenta Moderna, haciendo que el máximo esplendor y el periodo de apogeo del negocio se viva bajo su dirección.

Estoy seguro, porque también conozco casos que así lo atestiguan, que muchos han sido los habitantes de León que han acudido a su negocio a realizar algún encargo especial, como son estas llamativas estampas con la Virgen encargadas para una comunión.

Puede pensar el lector, experto en el audiovisual de este periódico digital, que resulta complicado leer las letras de la estampita por un incómodo brillo que se proyecta sobre ellas. Y es cierto, pero ese brillo no procede de foco de luz alguno que intervenga en la fotografía, ya que es el reflejo de la purpurina que sobre las letras se salpicó para que lucieran con más fuerza.

Fernando nos cuenta, gracias a este material que conserva de sus familiares, del año 1936, que imprimían cada estampita y que luego, a mano y de una en una, repasaban con un bastoncillo de algodón, impregnado en purpurina cada estampa, hasta que esta se adhiriese a la tinta negra. Tras muchos esfuerzos, según el testimonio de Fernando, salían al patio trasero para sacudir las cartulinas y separar de la superficie de la misma el exceso de purpurina que se había pegado a ella, obteniendo un resultado personal, irrepetible y excepcionalmente especial.

Mucho antes de ocupar el taller principal en calle Legión VII nº3, cuando Joaquín Chamorro todavía vivía y la familia trabajaba a caballo entre C/ Cervantes nº3 y C/ Cardiles nº5 donde se localizaba la librería y la vivienda, la Imprenta Moderna también realizaba estas pequeñas cartas, que llevan la firma del negocio y que Fernando Chamorro nos ofrece para nuestro deleite.

El legado que Fernando Chamorro Hijo fue capaz de sostener entre sus manos y expandir hasta el infinito, es encomiable y reseñable, pero aún quedan muchas incógnitas por resolver, que han derivado de las muchas preguntas que ya han encontrado su respuesta.

Por ejemplo, en esta Guía Artística Oficial de León, publicada por la Imprenta Moderna en 1926, y a la que hemos hecho referencia en otros artículos, se observan técnicas de impresión que ni siquiera Fernando Chamorro, su propietario, nos sabe concretar, pues nos avisa de que las sombras azules que posee tanto la Catedral como las letras pudieron ser añadidas a mano, dotando a la publicación de una calidad excelsa.

Pero, ¿qué es lo que queda de la Imprenta Moderna? ¿Dónde se halla ahora, ya que el edificio sirve de uso vecinal, la semilla gráfica de la Imprenta Moderna? ¿Dónde su gente y los descendientes de esta? ¿Queda algún recuerdo, olvidado en el tiempo, que haya viajado a lo largo de la península para aterrizar en otra parte de España y que perteneciese a la Imprenta Moderna?

Guía Turística de León. Editada por la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.
Portal de la Imprenta Moderna. Daniel Casado. 2023.

Nos cuenta Fernando Chamorro, el heredero de la Imprenta Moderna, nieto de su fundador, Joaquín Chamorro, que después de observar el crecimiento de la Imprenta y la aceptación del público, se vieron obligados a adquirir la parte derecha del local del negocio de «Singer», que puede observar el lector en el escaparate de la fotografía superior.

La parte derecha de este local, que comprobamos hoy se ha convertido en el Café San Marcelo, sería adquirida por la familia Chamorro, dando un acceso directo al taller de la Imprenta Moderna, que ocupaba los bajos del edificio sito en Legión VII nº3 y que es el objeto de estos estudios.
¿Habían observado este logo en alguna ocasión? Este es el sello de la Imprenta Moderna, pudiéndose contemplar en las facturas y en las cartas manuscritas. Pero aquí lo hallamos en una tarjeta publicitaria, encontrándonos con los orígenes del emblema. Un primitivo símbolo aguileño que desembocaría en la siguiente representación.
Esta tarjeta data de entre 1926 y 1931, intervalo entre el que Joaquín Chamorro desarrolla su actividad en el taller de la calle Cervantes nº3.
Tras la muerte de Joaquín, en 1938, recogió la batuta Eleuteria, su esposa, firmando tal y como comprueba el lector: Viuda de Joaquín Chamorro.
No se tienen datos sobre la procedencia o el autor del logotipo de “La Moderna”, pero procederemos a explicar su significado dentro del gremio al que pertenece el dibujo.
El Águila sostiene un «Componedor», que era el instrumento utilizado para colocar las letras de una línea y proyectar su relieve sobre el papel o sobre el aluminio. Elemento fundamental e indispensable para los impresores de la época.
Por otro lado, la garra derecha sostiene también un rodillo de impresión, que se cernía sobre el relieve de las letras para que estas se proyectasen sobre el papel.
Ambos elementos nos dan a entender que el logotipo no se trata de una representación cliché y sin lógica, pues ambos instrumentos o herramientas ayudan al impresor a transcribir la información para ser ofrecida a la población. Pero, ¿qué significado tenía el águila bicéfala?
Y es que ha tenido que retrotraerse hasta el siglo XVI después de Cristo, este escritor, para encontrar el primer rastro del águila bicéfala, entendiendo este símbolo como uno de los más potentes del momento, siendo representante oficial de la unión entre el Sacro Imperio Romano Germánico con la Monarquía Española. Será esta, el águila bicéfala, el emblema de los Habsburgo en Madrid y en Viena hasta la desaparición de la dinastía con la muerte del Rey Carlos II a finales de 1700.

Before After

Fernando Chamorro, impulsado por la melancolía y por la memoria de su familia, ha estado confeccionando un grueso libro con información de la Imprenta Moderna, que en muchas ocasiones ha servido de fuente de inspiración para los documentos gráficos que aquí ha podido encontrar el lector. Pero, indagando un poco más en el pasado, surgen infinidad de recuerdos que sacar a relucir y que, seguro como se halla este escritor de que ocurre en cada casa de León, muchos de nosotros también encontramos entre nuestros papeles antiguos.
En este pequeño libreto, se hallan los detalles más importantes de la Catedral de León, y resulta un tesoro, ya que, dejando a un lado que está impreso por la Imprenta Moderna antes de la disolución de la sociedad Álvarez-Chamorro, tiene, a día de hoy, más de 110 años. Y se conserva en perfectas condiciones en el expositor de Fernando Chamorro.
Aquí mismo podemos observar, en uno de los recortes de hace más de 100 años, uno de los anuncios que colocaba La Imprenta Moderna sobre el propio libro de la Pulchra Leonina. En él se presentan los muchos otros productos que uno podría encontrar en ambas sucursales, tanto en Cervantes nº3, donde tenía la Imprenta el taller, como en la calle Reina Victoria nº7, donde se localizaba el establecimiento. Pero, si uno observa el plantel urbanístico de León, llegará a la conclusión de que no existe, a día de hoy, la calle Reina Victoria. ¿Entonces, dónde se localizaba el negocio Álvarez-Chamorro hacia principios del siglo XX?
No se trata sino de la calle Mariano Domínguez Berrueta, que comenzó su andadura bajo la nomenclatura de calle de la Reina Victoria, contando también con el nombre de C/ Nueva, tal y como nos informó Fernando, pues allí es donde se localizaba el primer negocio familiar.
Estos pequeños santorales, de apenas 7 centímetros de largo por 4 de ancho eran vendidos a los clientes, que, según nos cuenta Fernando, calaron muy hondo en ellos, pues años después de sus últimas impresiones, aún había quien se acercaba a preguntar a la Imprenta Moderna sobre si podrían hacerse con uno de ellos. Estos datan de 1928 y de los años cuarenta y cincuenta. Una verdadera joya y un eterno recuerdo.

La casa de la Imprenta Moderna cerró sus puertas en 2005. Casi cien años después de que Joaquín Chamorro, el abuelo de Fernando, fundase la empresa en 1904 junto a Álvarez.

Pero no quedó relegado al olvido el pasado de uno de los edificios más famosos  de León, pues los descendientes de esta familia, aún desarrollan actividades relacionadas con el sector.

Si el paseante solitario que soy le ha servido como consejero durante estas semanas, permítame recomendarle una última premisa que debe implementar a sus escapadas por el centro neurálgico de la ciudad de León. Pasee por la calle del Cid, y a su paso por ella, descubra a su derecha el presente de la Imprenta Moderna.

Hallará, en la esquina, Impresión Punto y Seguido, haciéndome sentir escalofríos ante la bella metáfora escondida en su nombre. De esa manera, sin que la historia hubiera terminado, la familia Chamorro aparta a un lado su inmutable pasado para hacerse un hueco en el presente histórico de León, sirviendo con amabilidad y diligencia a los clientes que un día visitaron también a los antepasados de los actuales dueños.

No existen palabras, en el diccionario español, para agradecer a Fernando Chamorro su participación y su amabilidad recibiéndome en su hogar y abriéndome las puertas de su más tierna nostalgia. Este escritor, que se adentró una vez en la memoria de un Edificio icónico de León, quedará siempre prendado de las personas que lo habitaron y de las vivencias que ellos me hicieron sentir en mis propias carnes.

Fernando Chamorro y su mujer. 2023.
Furgoneta de la Imprenta Moderna. Fernando Chamorro.

Abandono la casa de la Imprenta Moderna, que tanta vida posee aún, y visitan mi imaginación los tesoros humanos que un día la poblaron. Gracias a Fernando, que posa orgulloso con su mujer y, tras él, su maravilloso pasado, he comprendido que la fachada de una casa no es sino la ventana a un millar de historias que entre sus paredes se esconden y espero, con mi relato, haber contagiado al lector, pues comprendo que su sensibilidad se haya visto colmada con gratitud al conocer la historia de Fernando Chamorro y su familia.

Me alejo del nº3 de la calle Legión VII y me despido del edificio que ha ocupado mis ensoñaciones durante los últimos meses, en los que he comprendido cómo puede llegar a cambiar el plano urbanístico de León y afectar, a 100 años vista, a miles de familias que pasaron por la Imprenta Moderna a lo largo de su historia. Me despido de ella, sí. Pero no es un adiós. Tan solo es un… Punto y Seguido

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