LA BODEGA REGIA

LA BODEGA REGIA
El Cicerone de León recorría una vez más las calles bien conocidas de la ciudad, dejándose llevar por la inercia de su propia contemplación urbanita, cuando sus ojos repararon en un hallazgo insólito: un cubo de la muralla, perfectamente restaurado y embellecido con una gran cristalera que servía de mirador para quienes lo habitaban. Impulsado por la curiosidad, se propuso descubrir a quién pertenecía tan singular edificación. Desde la Plaza de la Libertad, también conocida como Plaza de Santo Domingo, aquel torreón se erigía majestuoso, testigo de siglos de historia.
La pregunta era inevitable: ¿quién moraba en tan noble estructura? La respuesta le dejó atónito y la historia tras aquellos muros resultó ser también parte de la historia de la ciudad. Así conoció la Bodega Regia, un establecimiento que ha dejado una huella imborrable en la memoria gastronómica y patrimonial de León.
La historia de la Bodega Regia está dividida en 2 partes
Antes de cruzar el umbral de la casa de Marcos Vidal Suárez y ascender al cubo de la muralla romana que hoy brinda una vista privilegiada de la ciudad, es necesario detenerse un instante en el contexto histórico que rodea este edificio.
Marcos adquirió el inmueble en 1997 y acometió una reforma integral para convertirlo en un referente de la hostelería leonesa. Su historia, sin embargo, se remonta siglos atrás. Tanto este edificio como el contiguo, situado más arriba en la calle Regidores, formaban parte de las dependencias anexas al Palacio del Conde Luna. Erigidos sobre la muralla romana, estos espacios han sido testigos de la evolución arquitectónica de la ciudad desde el siglo XIV, pues la Bodega Regia hunde sus cimientos en el año 1370. Sí, estimado lector, casi setecientos años de historia resguardados entre sus muros.


Las fotografías de principios del siglo XX dan testimonio de un León que, aunque distinto en su traza urbanística, conserva el alma de siempre. La Calle Ancha apenas ha cambiado, y el Palacio de los Guzmanes sigue dominando su entorno con la misma prestancia. La reforma de este último permitió su transformación en sede de la Diputación Provincial, un centro neurálgico donde la historia y la administración se dan la mano.
Desde la calle Regidores, los balcones de la Posada Regia contemplan un paisaje urbano que, aunque con alteraciones, mantiene su esencia. La Bodega Regia, en el transcurso de los años, se ha consolidado en el mapa de la ciudad, y Marcos y su familia han hecho de ella un proyecto vital, fusionando las viviendas que la conforman para convertirlas en un sueño hecho realidad.


El edificio original del siglo XIV experimentó su primera gran remodelación en el siglo XVIII, cuando se le anexionó otra vivienda, algo que aún hoy se aprecia en la distribución del comedor. Pero el gran cambio llegó en 1997, cuando Marcos acometió una transformación total. No obstante, antes de llegar a la reconstrucción del torreón, es necesario conocer la historia de una familia que ha sido clave en el devenir de la ciudad.


Aquí tenemos a la familia Vidal Suárez al completo. En el centro de la imagen, Marcos, testigo y protagonista de la historia de la Bodega Regia. Su hijo ya había revelado un dato fundamental: los inicios de la Bodega Regia se remontan a un local de la Plaza de San Martín, en el emplazamiento que hoy ocupa el Racimo de Oro. Durante el siglo XX, dicho establecimiento pertenecía a una familia dedicada a la venta de vino a granel bajo el nombre de Bodegas Regias. Más tarde, Emilio adquirió el local para convertirlo en un bar. Fue entonces cuando la familia Vidal Suárez tomó el testigo, inaugurando la Bodega Regia en 1956.


Las imágenes de aquellos años son testigos de un pasado entrañable. La visión de un joven Marcos, sonriente en el establecimiento familiar, evoca la continuidad de una tradición que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. Esas mismas paredes que antaño vieron crecer a Marcos hoy albergan nuevos inquilinos, pero su historia permanece imborrable.
Con el tiempo, el Racimo de Oro se estableció en el lugar donde antaño estuvo la primera Bodega Regia. Sin embargo, el negocio de la familia Vidal Suárez no desapareció, sino que se trasladó a su actual ubicación, un enclave privilegiado en el que la historia y la gastronomía se entrelazan.


Ahora bien, ¿qué hace un cubo de la muralla romana, rehabilitado con esmero y adaptado para la hostelería, en pleno centro de la ciudad? Este es uno de los pocos torreones en el mundo que permite al visitante adentrarse en sus entrañas y respirar siglos de historia. Sigamos, pues, el sendero de este apasionado del patrimonio y de la belleza del recuerdo. En el próximo episodio, descubriremos una razón más para visitar la Bodega Regia: la posibilidad de disfrutar de una experiencia única en el corazón de un torreón milenario, testigo de la grandeza histórica de León.


Nota Legal: El contenido presente en esta página web es de autoría de Daniel Casado Berrocal. Los artículos originales y algunas fotografías fueron inicialmente publicados en las plataformas Leonoticias.com y El Norte de Castilla. Las imágenes anteriores a 2023 pertenecen al archivo y página web leonantiguo.es, mientras que las imágenes posteriores son propiedad de Daniel Casado Berrocal y se utilizan en esta página sin ánimo de lucro, en cumplimiento con las normativas legales vigentes. Para cualquier inconveniente o reclamación, se ruega ponerse en contacto con nosotros a fin de resolver la situación de manera adecuada