EL PASADO DEL SANATORIO MIRANDA
EL PASADO DEL SANATORIO MIRANDA
La construcción del Sanatorio Miranda supuso para la ciudad de León una nueva concepción arquitectónica. Desde su terraza, en 1930, se divisaban solares vacíos, aún a la espera de acoger los edificios que habrían de dar forma definitiva a su entorno.
Resulta fascinante la atracción que ejerce sobre el ciudadano leonés la arquitectura pretérita. Esa misma sensación de nostalgia que despierta el paso junto a una tienda de antigüedades, el aroma inconfundible de la historia impregnada en los objetos, la melancolía latente de tiempos nunca vividos. La contemplación del pasado nos sumerge en una reflexión sobre la fugacidad humana, enfrentándonos a la eterna dialéctica entre progreso y memoria.


El Sanatorio Miranda encarna esa misma percepción. Cada vez que mis pasos me llevan hasta la Plaza de Guzmán el Bueno, alzo la vista hacia su cerámica, que delata sus orígenes y su linaje arquitectónico. Fue en 1930 cuando Emilio González Miranda, propietario de los terrenos, encomendó a Luis Aparicio, artífice de la Imprenta Moderna, la construcción de un edificio que estuviera a la altura de su posición y de la privilegiada ubicación que, casi un siglo después, sigue ocupando.
La silueta urbana de León experimentó un cambio sustancial con su edificación. Hasta entonces, la vivienda preexistente apenas alcanzaba las dos plantas, pero con la nueva obra, las cuatro alturas del edificio atrajeron la atención de los viandantes. Emilio González Miranda, conocido popularmente como Emilio G. Miranda —adoptando el apellido materno—, no siempre gozó del beneplácito público. En 1937, su oposición a la apertura de la calle República Argentina le granjeó duras críticas, como atestiguan los documentos de la época.
Tras su fallecimiento en 1947, su viuda solicitó autorización para que sus hijos pudieran llevar el apellido Miranda en primer lugar. Durante años, su padre lo había portado con orgullo y, ahora, en el umbral de su formación universitaria, los herederos aspiraban a perpetuar el legado paterno sin trabas burocráticas.


El Sanatorio Miranda funcionó como centro sanitario desde 1931 hasta finales del siglo XX. A lo largo de su historia, ha ido adaptándose a las necesidades de sus ocupantes, con una vivienda para la familia de Emilio González Miranda en la parte superior y las plantas inferiores dedicadas a la actividad hospitalaria. En su base, un amplio local con fachada a Ordoño II y República Argentina ha albergado distintas iniciativas comerciales, siendo hoy el emplazamiento de una conocida tienda de golosinas.
Entre 1989 y 1991, cesó su actividad hospitalaria a la espera de un nuevo propietario vinculado también al ámbito sanitario. Al estar incluido en el precatálogo del Plan General de la Ciudad de León como edificio protegido, no se han permitido modificaciones extremas en su estructura. No obstante, en 1994 se llevó a cabo una modernización de los pisos y trabajos de saneamiento que devolvieron parte de su antiguo esplendor.


En dicha reforma, se reacondicionaron las plantas segunda y tercera para su reutilización como instalaciones sanitarias. Así, el Sanatorio Miranda recuperó su vitalidad, consolidándose como uno de los edificios más emblemáticos de León, testigo de la evolución urbanística y social de la ciudad.
Ahora, al evocar este edificio, inevitablemente surgen otros nombres insignes de la Plaza de Guzmán el Bueno, como la mítica «huevera» o el singular «edificio del Coño». Sin embargo, para comprender en su totalidad la transformación de esta zona, es preciso dirigir nuestra mirada más allá del Bernesga, donde los altos edificios perfilan la silueta urbana.


Allí se alza imponente el Riosol, símbolo del desarrollo moderno, aunque no podemos olvidar sus antecedentes. En sus inicios, el horizonte leonés era un espacio despejado hasta que, al otro lado del río, se erigió el primer gran edificio que marcaría el devenir arquitectónico de la ciudad: la Casa de don Valentín.
A este icónico inmueble viajaremos en el próximo capítulo de nuestra crónica urbana, reviviendo la sorpresa con la que los leoneses contemplaron, de un año para otro, el nacimiento de un nuevo hito en el skyline de León.
La Historia del Sanatorio Miranda está dividida en 3 partes
Nota Legal: El contenido presente en esta página web es de autoría de Daniel Casado Berrocal. Los artículos originales y algunas fotografías fueron inicialmente publicados en las plataformas Leonoticias.com y El Norte de Castilla. Las imágenes anteriores a 2023 pertenecen al archivo y página web leonantiguo.es, mientras que las imágenes posteriores son propiedad de Daniel Casado Berrocal y se utilizan en esta página sin ánimo de lucro, en cumplimiento con las normativas legales vigentes. Para cualquier inconveniente o reclamación, se ruega ponerse en contacto con nosotros a fin de resolver la situación de manera adecuada